Como en un altar de algas y sal marina,
con mutismos de arrogantes sueños,
albergando sentimientos y sombras,
entre confines de sabias arenas.
Allí entre las corrientes,
capullos de sol naciente
con tenues rayos de seda
se encierran entre continentes.
En cada fulgor marino
osado y con poco brillo
entrando entre los sumideros
profundos y casi vacíos,
sombras de añejos velos
se corren dejando en celo,
amores que allá en el fondo se alzan
en juegos de ardientes vuelos
y en los mutismos rugientes
fervientes lazos marinos…
se elevan con voces de ninfas amadas.
La historia deja su impronta,
con espíritus que siembran desvelos,
besando ese suelo oceánico,
con lazos de amores eternos.
Allí como sembrando distancias
dejé anidar mis sueños,
mis idilios, mis emociones
están en las profundidades,
construyendo altares
mis gritos de amor profano
se van muriendo de a poco
y van naciendo los otros,
aquellos amores perpetuos
vestidos de blanco vuelo,
con sedas de mil fulgores,
con amores de mil amores.
Ilusiones que llenan espacios…
con aguas y corrientes fuertes
que hacen temblar mis cienes,
mis entrañas que van viviendo
poesías de fino estilo,
de mares y de conchas platinas,
peces que llevan colores
y sueños de sabores viejos
que se deslizan como en las iglesias
cantando preces al cielo,
En ese fondo precioso
donde juegan los colores todos,
danzas que tiñen el agua
de matices sembrados de sueños,
allí este amor tan grande
va naciendo a la vida,
se cubre con la misma sangre
que el cielo me va entregando.
y con rayos de mil senderos
bajan cediendo fondos
que se levantan como ángeles divinos
que cantan con coros de aguas marinas.
CARLOS A. BADARACCO
18/10/11
(REGISTRO DE LA
PROPIEDAD INTELECTUAL
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