jueves, 15 de septiembre de 2011

AYUDA A LA VIDA de CARLOS A. BADARACCO









 
¡ESPERA AMIGO, EY…. NO TE VAYAS!
SÓLO UN MOMENTO MÁS…
para que el farol de la vida te ilumine un camino nuevo,
no es tan nuevo, está dentro tuyo y no lo adviertes, no señor…
el barro de la vida tapa los brillantes verdaderos
aquellos que harán que la existencia sea un fulgor cada dia,
un albor con un sol pleno y con cantos de alegría.
¡NO TE ASUSTES! no soy tan loco como parece,
soy un sano loco que disfruta de la vida,
no se mete en las disputas que sólo amargan la existencia,
no se pelea con la gente porque trata con respeto
no se encierra en sus tormentos porque no merecen los lamentos
tener en mi ninguna puerta para amargar mis encuentros.
Ellos, mis encuentros, son la luz de mi vida
mis alumnos, mi familia, mis amigos, mis poetas  y los momentos
que con ellos me reúno para disfrutar la buena mesa,
un buen vino amigo mío y una buena faena hecha,
aunque sea un mate y bizcochitos, hechos por la amada del alma,
la que con sus manos de ángel me alivia toda jornada.
Cuando se enciende un nuevo día vienen siempre los lamentos,
son mi yernos los de siempre que se comen hasta el alma,
son la carga pesada que debo soportar como tormento
por tener tantas bellezas como hijas y mis nietos.
Los debo querer igual porque son hombres sanos
que cada vez que dan la mano la aprietan con el alma.
Con mi vida soy un desastre,
soy un gran zoquete que se viste de ser humano
y con estas manos de laburante, abrazo al más atorrante
o al oscuro infeliz, para darle fuerza y coraje, y ser feliz de verdad.
¡NO TE CAIGAS AMIGO… BUSCA DONDE DEJASTE UN DÍA
ESE AMOR QUE NO ENCUENTRAS Y VE HASTA ALLI PARA BUSCARLO
Y ENTONCES SÍ, SERÁS UN TIPO RADIANTE, LLENO DE FE Y ESPERANZA
PARA ENFRENTAR ESTA VIDA CON EL ESPÍRITU EN ALZA…
¡ Y OTRAS COSAS TAMBIÉN….!

CARLOS A. BADARACCO
15/9/11

UTOPÍAS SIN NOMBRES de CARLOS A. BADARACCO






 

“Momento a momento,
así es que vivimos ahora.
Apreciamos cada día y también
le tenemos miedo.
Podría ser el último día.
Suena chistoso,
pero cualquier día te podría
atropellar un auto o algo así.
Estoy empezando a apreciarlo.”
John Lennon


Yo quisiera construir un ámbito,
un firmamento donde yo mismo me acompañe,
con el calor que la vida me brinda pero sin nadie;
quisiera yo mismo recluirme en un espacio de encanto,
un soñado sitio de esperanza, de anhelo, de fe y de sosiego;
quisiera ser un único amigo que se distienda en la vida,
que se presente como uno, cuya auténtica presencia
me seduzca con la cultura que me lleve de la mano.
Soy hoy un mísero exponente de un pasado que no fue mío,
recuerdos ya perimidos pero que dejaron huellas en mi alma.
Hoy reconozco que no soy nadie, simplemente un lucero
encendido desde siempre pero que alumbra entre jilgueros
que le cantan a la vida simplemente por vivirla.
No deseo que me alaben, no necesito que me critiquen,
soy lo que soy en esta vida como lo seré en adelante
un simple disfraz que yo solo luzco en pleno
para decir desde el alma lo que nunca muestro en mi semblante,
un digno  representante de una auténtica estirpe muerta
que aunque la vida los olvide siempre estarán dentro mío.
Son aquellos protestantes los que siempre con una vara en la mano
señalaron a los culpables de este atropello de la vida,
el sinsabor, la despedida de aquellos valores que fueron
la ruta firme de mi vida, lo que odio y lo que quiero
lo que siempre he esperado de aquellos sabores que deseo,
las claras dicotomías, las contradicciones de mí vida.
Hubieron también represores, que no vivieron la existencia
aquellos en que el odio carcomió sus pretensiones,
los rencores son justamente eso, opresores de los sueños,
retenciones que en  la esperanza se borran sin pena ni gloria,
allá ellos con su historia pero en la mía murieron
porque murieron sus enseñanzas, sus hipócritas mentiras
que enlutaron tantas vidas y oprimieron tantos vientres.
Quiero un futuro que cambie, que ese mundo que deseo
sea un mundo compartido entre todos los que sueñan
con los albores presentes de un futuro distinto
con el amor de cada día, con los valores de frente.

CARLOS A. BADARACCO
14/9/11



COMENTARIOS DEL AUTOR

Los sueños forman parte de la esencia del ser humano, evolucionan en cada etapa de la espiritualidad que los racionaliza, en algunas personas cambian de nombre para llamarse utopías, en otros pesimismo, en algunos más arte, pero en mis nombres todos se apellidan amor
POR Mariana Molina

UN LOCO MÁS de CARLOS A. BADARACCO




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“La única diferencia entre un loco y yo,
es que el loco cree que no lo está,
mientras yo sé que lo estoy”
SALVADOR DALÍ


Soy un atajo nada más,
aquel camino que se alumbra a la luz de tu farol,
soy un villano que esconde un amor tan presente
que alabando se siente el rey del fulgor.
No tengo uñas ni dientes, no soy un esclavo ni un discente
que encamina su vida y que en sutil armonía
se desvive por dar.
Quizás sea un simple morador de un precioso sendero
que como un audaz mensajero
se proyecta en la vida como un loco más.
Es posible que en el tiempo me presente como un demente
y si encima presiente
la pertinaz osadía de sentirse un rey
entonces soy también un  creyente que sin fe en la vida
morirá como un ridículo más.
¿Qué función le cabe al que tiene estos vicios?
¿seré un delirante, un inconsciente, un aturdido,
irreverente, insensato, enajenado de la vida?
o quizás sea un pacífico cuerdo inconcluso
que se comporta como iluso en esta enferma sociedad.
Ustedes son los que me alaban
comunidad desperdiciada, entonces dígame
qué motivos me dan para hacerlo,
¿decir la verdad o quizás ser un hipócrita?,
¿ser un fanático de la moral, o un idiota resentido?
¿ser quizás un frenético o un idóneo rufián?,
¿ser también un delirante estropajo
o un febril compañero de lo ilógico y locuaz?
¿Qué función le cabe a mi vida?
¡si no sé compañero para donde rajar…!
Soy uno más, eso sí, de eso me siento orgulloso
porque entonces no seré culpable de lo indeseable
de lo indigno, superficial, mezquino  y ….
no seré un capricho de la vida,
ni un ser sin destino, un,  no sé qué decir…
porque a veces morir es una forma de ser
menos loco que yo.
Eso sí, lo que no soy ni seré
es un estúpido más, quizás me estoy desdiciendo
pero yo me entiendo mi amigo,
soy como un simple ser humano
que en la vida da la mano
a un fiel y ferviente hermano
que sufra más que yo
y le doy el traste al jodido
que se presenta como seguro
de la profunda agonía
de sentirse más que yo.

CARLOS A. BADARACCO
13/9/11


"Ser loco es una pasión que viene
 de dentro y que al salir se transforma
en una visión maravillosa del mundo
que no concibe la gente cuerda"
CARLOS A. BADARACCO

¿QUIÉN SOY? de CARLOS A. BADARACCO





YO SOY el Ser Oscuro,
el Inmortal esperma que fecunda tu vida,
que no le teme a la muerte y la sucumbe
a su sequito de pesares  y dolores que
a lo largo de la existencia  te entrega vehemente.
Soy como una luz en el tiempo,  que en la ardiente proclama
manifiesta su sino,
soy además un sinfín de ilusiones que se advienen sin fines,
sin  finales consumados
y soy un ruin mensajero  que se extiende entregando
las luces del espanto.
No soy un hombre y tampoco un destino.
Soy simplemente un castigo  que te impone la vida
por tu locuaz persistencia con la lúgubre desidia
y tu osado tormento.
No soy mujer, no me interesa el amor,
soy simplemente el rencor  que estrangula tus aspiraciones,
tus fingidas sensaciones, tus hipócritas alabanzas,
aquellas que deslizas  para ensalzar las pasiones
que deseas conseguir  para tus fines mediocres.
No soy siguiera un espíritu  que te colme la vida
o una simple proyección de tu oscura ambición.
Soy simplemente un ente que denigra tu existencia,
la provoca y la ultraja sometiéndola a la injuria,
al suplicio de la nada, de la arrogante y cuajada
perfidia que se esboza en tu vida.
Puedo sin embargo ser también
una sutil ambición que corone tu mesura
de vivir en la pasión por una lucha justa.
Puedo ser incluso  un llamado a la vida
a la sutil avenencia  que en los tiempos desate
el hombre sensato que escuche el mandato
que le brindo con luz y con coraje de SER.
También puedo ser un sendero seguro
para que el hombre transite sembrando ejemplos
de vida fecunda y de sublime ambición
por la paz de los tiempos y la salvación del hombre
al final del camino allá mismo en la meta del bien.
Soy tal vez la pureza que perdiste al exaltar tu codicia,
tus momentos de lujuria y de prístina impudicia
la sutil y ferviente armonía a tus momentos de osadía
de deprimente candor y de lucida injusticia.
Soy la paz de tu vida mas no temas
que también soy la concordia
que pone la luz y sabiduría al esplendor de tus días.
Soy simplemente amigo mío,  LA CONCIENCIA.

CARLOS A. BADARACCO
13/9/11

“Ser loco es una pasión que viene
de dentro y que al salir
se transforma en una visión
maravillosa del mundo
que no concibe la gente cuerda”

CARLOS A. BADARACCO

LUCHA EN EL CIELO de CARLOS A. BADARACCO



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LUCHA DE CIELO

Desde dos claros planos del tiempo,
un ángel asustado se precipitó a la tierra,
manifestó su tristeza por un altercado en el cielo
era, como el final de la historia, como el fin de los tiempos.
Los ángeles y los arcángeles estaban ofuscados y locos
se habían alzado contra Dios, contra su desidia y su osadía, decía.
Estaban como amotinados por no reconocer la presencia
de un eterno Padre que había creado la esencia.
Un día dijo el Señor  al comenzar el camino
“YO SOY LO QUE SOY” y ante eso no hubo dudas.
El Salvador vino a la Tierra a manifestar su presencia.
Él vino al mundo a proclamar el sufrimiento,
el padecer entre látigos e injustas y duras sentencias,
vino con la intención de crear un camino claro,
un sendero de salvación para quienes vivieran entre tinieblas,
pretendió ser el primero en iluminar el camino,
en tender su brazo a los tiempos y salvar a vivos y muertos
de la terrible instancia de ser devorados por los demonios.
Sin embargo allá en los cielos hoy, hay quien quiere encarar
otra vida, otros fundamentos,
otro futuro distinto lleno de luz y presencia.
Los ángeles luchan en el cielo como si fueran demonios
están como embebidos en su soberbia omnisciente,
dicen copiarse de Dios, salvador y presente
que se enfrenta a los malditos y los transforma en santos.
Es una ruin imitación de quien fuera un signo
de salvación eterna y de confianza inmortal
Afirma este ángel caído que ya no hay paz en el cielo
que aquel cielo prometido se ha transformado en infierno
dice que ya se han teñido los celestes por los rojos
y que las nubes radiantes se han convertido en fuego
Pareciera que el demonio ha logrado
el triunfo en aquel cielo prometido
Sin embargo ante la dulce presencia de aquel Salvador eterno
nadie se levanta,  más bien se caen al suelo heridos
Yo por error, dijo el ángel, estoy caído en la tierra
pero mi espíritu noble está con la LUZ ETERNA
brillando en el firmamento como una vela perpetua
no hay espanto que dure ni un momento con fuerza
cuando la mano se posa en silencio entre lo bueno y lo malo
entre la oscuridad y la luz, entre la ignorancia y el intelecto.
Al fin y al cabo amigos, aunque no soy tan creyente
debo ser muy prudente en este escenario actual.
El caído del cielo es un ángel usual
está presente aquí mismo como una profunda realidad
Dime amigo quién es aquel cuya verdad considere más fuerte que otra
¿vale la pena mi amigo matarnos entre todos igual
pensando en que la verdad la tenemos aunque siempre cambie de disfraz?

CARLOS A. BADARACCO
11/9/11

ENTRE EL CIELO Y EL MAR de CARLOS A. BADARACCO






ENTRE EL CIELO Y EL MAR

En las noches oscuras los vientos que soplan
parecieran danzar serpenteando en el mar.
Los árboles proyectan sombras sin nombre,
y nunca se muestran a los ojos del hombre.
Están como ocultos, son fantasmas nocturnos
lamentando en gemidos su condena fatal.
Viven allí, en lo umbroso de la noche
y en el día la luz los castiga y se van.
Están escondidos no se sabe dónde,
pero vuelven allí en la absoluta cerrazón.
Se escuchan gimoteos en las tinieblas misteriosas
como si el demonio mismo los hiciera llorar.
La vida boscosa los redime en la noche
para volar libremente entre el cielo y el mar.

CARLOS A. BADARACCO
13/9/11

EL RAYO FURTIVO de CARLOS A. BADARACCO




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Un rayo furtivo
se ha escapado de la alameda,
con extraño capricho
se posó en mi costado,
el mismo en que la esperanza
me ofreció una dicha nueva,
disfrutar con optimismo
el esplendor de la natura.
Un rayo casi en silencio
me trajo fuerza y contento,
me llenó de energía
en un trágico momento
estaba yo acongojado
por las cosas de la vida
y en un instante la agonía
se desvaneció en el aire,
fue ese rayo que salpicaba
deleites puros de la existencia,
que se posaba sin presagios
que enlutaran el momento,
era la candidez de un nuevo día
que se asomaba en el firmamento
ese fue el instante en que
respiré con alborozo
la silenciosa esperanza
de alzar mis brazos al viento.

CARLOS A. BADARACCO
15/9/11

DESEPCIÓN de CARLOS A. BADARACCO


No concibo la existencia vivida sin sentido
sin mostrar la bravura de luchar por la vida.
No concibo el  sentir un principio bastardo,
no me sirve el coraje que no marque la audacia
de una vida sin lucha, sin ser padecida
por un esfuerzo entregado a una vida digna.
No concibo estar recluido entre sandeces y disgustos,
no me sirven los exabruptos ni las luchas sin razón;
no me sirve el silencio de los jóvenes del mundo
cuando callan sus bocas por rencor o por miedo;
no concibo al adulto que por ser imbécil
cierra la boca de quien forma el futuro;
tampoco el gritar si no es por honor y justicia,
ni concibo la tristeza que se siente en la vida,
esa miserable congoja que se esboza silente
sin motivo de queja pertinaz u obstinada.
No concibo aceptar la razón del indigno
cuando a sus pies tiene certezas
para luchar por principios.
Los valores ausentes,
la inmundicia mundana,
el perfil chabacano
de un estúpido signo que nos ha degradado
como inútiles entes llenando los bolsillos
de los vivos de siempre.
¡Despierta mundo!, ¡despierta!
es preciso que luches en lugar de entregarte
como rata asquerosa que se entrega a su suerte.
La muerte idiota del estúpido escéptico
no es un estigma merecido
que identifique al humano consciente,
es más bien la soberbia del amoral destino
al que los estúpidos seres se ven sometidos.
Infames castigos por un orgullo profano
al que la ambición de los hombres encadenan destinos.
La luz de la vida exige arrojo, aprecio, equidad y justicia,
para enfrentar la indecencia que los indignos nos brindan

CARLOS A. BADARACCO
14/9/11