Ya que se meten dentro mío, atroces, delincuentes,
ya que me hieren con una estocada insoportable,
ya que se alzan por sobre mi esencia y la destruyen,
ya que atosigan con la osadía de atacarme,
ya que se atreven insolentes a conmoverme
y en medio del disparate de la existencia
se mueven con un puñal ensamblado en vuestro puño,
ya que se levantan con las virtudes desvencijadas,
ya que hacen todo eso y encima pretenden derrumbarme,
entonces sentimientos sin premura
desháganse de mis honores y victorias
pues entonces morirán sin paz y sin remedio.
CARLOS A. BADARACCO
11/10/11
No hay comentarios:
Publicar un comentario