miércoles, 5 de octubre de 2011

ESPECTROS de CARLO A. BADARACCO



 
No encuentro explicación
cada vez que amo, siento una mano en mi cerebro,
pareciera arrancarme la sesera y quererme apartar del sexo,
el frenético sexo que consume, que pervierte, que carcome,
aquel que se denota ausente de sentimientos amorosos.
E irreverentes fantoches se hacen presentes,
asesinando los cuerpos.
Así desaparecen, se esfuman sin nombres
quedando como vacíos espacios
junto a mí, en mi cama, que revuelta se apiada
de mi excitación más violenta.
No entiendo, cómo se mecen los silencios,
como se extienden los fantasmas que pernoctan en cada sexo
que penetro en compañía.
Me apartan de contingentes trámites amorosos,
me pervierten los frenéticos lazos de locura
y me llenan de fervores que no entiendo.
Termino por lo general esbozando un profundo deseo de nada
y vuelven a aparecer aquellos cuerpos enardecidos
y vuelven a esfumarse de mi lado sin consumar.
Se han ido, los cuerpos se han ido
y yo termino dormido entre las sábanas
con mis fantasmas de lado.

CARLOS A. BADARACCO
2/10/11

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