martes, 25 de octubre de 2011

PIEDRA de CARLOS A. BADARACCO


PIEDRA


En el filo de la serranía
me miraba una piedra.

Con su historia proclamada
su mirada vigilante se proyectaba;

segura, posesa, apacible
la piedra estaba allí, ensimismada.

Un mutismo absoluto de siglos
envolvía su figura, la abstraía

Su materia informe
de elevada consistencia
orgullosa presencia
estaba allí, inserta en su lugar de origen
en un espacio y tiempo vigente.

Sin sentimientos, sin reproches, sin nada;
un interior pleno, lleno, aunque vacío de vida
pernoctaba en sí misma,
empapada con un fulgor extraño
que venía de su entorno
Impertérrita, impoluta, infranqueable.

blanca, marmolada, de sutil presencia indómita
la piedra, estaba allí, albergando su sigilo,
sus oscuros esperpentos sumergidos en sí misma,
como absorbidos, la piedra se hallaba
en un mutismo circunspecto

Criada por la misma tierra
la piedra berroqueña, grava
roca o suiseki
tiene siempre su propia
en inalterable identidad,
es piedra
que alberga tradición,
escultura típica del tiempo.
“Sobre esa piedra marmolada
construiré tiempos venideros”

CARLOS A. BADARACCO
22/10/11

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