(continuación)
Quisiera esta noche entregarme
en cuerpo y alma
a un silencio profundo
y refugiarme en mi karma,
quisiera recoger la profunda calma
que la muerte nos concede,
quisiera reunirme
a ti dulce AMADA DE SEDA
entregarte la vida
para que te hicieses presente;
adorar tu figura,
encender tus pasiones
y retornar a aquel momento
en que la luz de tu vida
te apagó para siempre.
Cuando las pasiones se encienden
y se proyectan sentimientos
justamente en ese momento
quisiera entregarte mi vida
y mi esperanza para adorarte
entre la sombras de la muerte.
Cuando las pasiones se encienden
se encienden también las almas
y en medio de las proclamas
también se encienden amores,
tan profundo son aquellos
que la misma vida no puede
permitir que la muerte
los acalle para siempre.
CARLOS A. BADARACCO
27/9/11
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