viernes, 12 de agosto de 2011

UTOPÍAS SILENTES de CARLOS A. BADARACCO








Imponente brilla
la silenciosa agonía
del perfil sigiloso
que en las tardes ocioso
se proclama sin nombre
entre mansos caminos.

Las inciertas utopías
son calladas a hierro,
fusiles en mano,
gritos de acero
al ceder a su paso
los incipientes abrazos
de pueriles rivales
que se lanzan febriles
entre sollozos morbosos.

Hoy están en la cumbre
del pecado y del luto
esperando entre eructos
la justicia del pueblo,
justicia debida
que jamás será vencida
aunque pasen los años
entre memorias ausentes.

Rasgos de muerte
entre signos de penas
de madres oprimidas
que verán hacia el cielo
a sus hijos sin nombres
enterrados en un suelo
que no tiene su tierra.

¡Ay! que arde la escoria
de tener en la memoria
el recuerdo de infames
que ensuciaron la honrra,
una historia oprimida
por gloriosos rufianes,
por ignotos profanos
que idearon la muerte.
Son signos de espanto
ver sus nombres en un manto
como si fueran los héroes
de una epopeya sin nombre.
Pero allá en la memoria
vivirán como estiércol,
como bosta vacía
y sufrirán en la muerte
la indiferencia del pueblo.

CARLOS A. BADARACCO
9/8/11

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