sábado, 6 de agosto de 2011

AVATARES de CARLOS A. BADARACCO


Mi visita diaria al hogar de ancianos me enseñó algo:
Tú y tu vida, que rara dicotomía se te presenta. Tú serás un anciano en el futuro, tú vida quién sabe qué avatares te depare.
Tus brazos serán la cuna donde duerma para siempre esa madre o ese padre que nunca te echo de la existencia desterrándote de los amores de su reino y aunque el respeto ya no exista, se haya ido, los viejos son la historia de tu vida.







 

 

Cuando toques las manos de un anciano
sentirás en ellas el peso de la vida,
los mágicos senderos que encamina
una esperanza que no se siente, se palpita.
Cuando veas los surcos de su semblante
y en cada uno de ellos los pesares,
las tristes horas vividas, los andares,
la visión más obsecuente y sumisa
ante la realidad que hoy vive en el destierro.
Cuando retoques las canas de su cabello
y descubras los atajos de la existencia,
las luces de alegrías y de tristezas,
todo en un momento comprimido,
notarás cómo el alma se te estruja
como si fuera una historia encubierta
y encima los recuerdos que se advienen.
con dolores que atraviesan corazones
advertirás que en tu futuro habrá sin dudas
un instancia similar que te arrincone.


CARLOS A. BADARACCO
27/7/11

No hay comentarios:

Publicar un comentario