De lo que fui amigo mío,
sólo la fuerza de mi experiencia ha quedado,
mi nobleza, mi honradez y mi entusiasmo
son los estigmas que hoy me marcan en la vida.
No hay razón para que avives el pasado
allí sólo las cenizas han quedado
de un fantasma que ya no existe, se ha borrado.
De lo que fui amigo mío
solo ha nacido la esperanza
por la existencia que hoy pregono.
por la existencia que hoy pregono.
Es posible que los errores de mi vida
hayan alimentado mi esperanza
por un mundo mejor, una utopía,
una lejana expectativa en el futuro.
De lo que fui amigo mío
no ha quedado siquiera un bosquejo
de la línea que he seguido y que he perdido
me han transformado los avatares de la vida
y le agradezco a ellos este cambio
pues no hay nada tan hermoso en la existencia
como dar un paso al costado con los errores.
CARLOS A. BADARACCO
30/7/11
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