Te invito a elevar tus ojos al cielo,
captar la distancia, avivar la esperanza,
con albedrío, como queriendo ser.
Tus ojos tan libres, tus deseos tan plenos,
dúctil mensaje del alma, febril deseo de amor.
Te invito a ser una antorcha que exprese su ardor
con sublime resplandor, sin prisión ni obediencia.
Te invito a que desates tus lazos con la nada
Inquieta, inflamada, con una nueva ilusión.
Te invito a la vida a sentir tu presencia,
a internarte en tu esencia y descubrir tu interior.
Te invito a sacar de tu dentro esa escoria
que perturba tu memoria y esconde tu corazón.
Te invito a que el sol te llene de brío
de luz y confianza para amar con fervor
CARLOS A. BADARACCO
27/3/11
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