sábado, 6 de agosto de 2011

LOS ABUSOS DEL POETA de CARLOS A. BADARACCO







No sé por qué premiaron aquella obra
tan pesarosa, superficial y arrogante,
no sé qué quiso decir aquel poeta
al dejar fluir su altanería.
Siquiera comprendo su grosería
ni sus palabras tan cercanas a lo profano.
No sé qué premio le cabe a la infamia
cuando alienta los vicios horrorosos de la vida.
Al menos hubiese hablado con el alma
o si lo hizo, ¿qué substancia lo alimenta?
¿cómo se puede premiar lo indigno
si se tiene respeto por las almas?
La juventud se alimenta de lo noble
cuando debe crecer en los valores,
transformar el mundo con los principios
que nazcan del amor por nuestra esencia.
No sé por qué lo habrán premiado,
quizás haya conquistado con la audacia
la atención del mediocre en su miseria
o en su perfidia haya captado al primate
cuando defeca la inmundicia de la existencia.

CARLOS A. BADARACCO
23/7/11

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