Y sigo recogiendo ideas que me surgen desde la charla con los ancianos del hogar donde los visito casi diariamente. Tengo muchos testimonios que iré publicando así en poemas que me nacen de improviso.
He lanzado gritos a los cuatro vientos
abriendo tempestades y graznidos…chubascos;
he corrido angustiado por los efímeros espacios
tratando de incluirme en furtivos caminos;
no pude, el tiempo fue más rápido.
Elocuente sino de mi vida obsoleta,
nada de mí, solo rasgos de lo que fui.
He cruzado horizontes y llanuras de aflicciones,
gemidos se escuchaban a mi lado sin verlos,
es como una constante de congojas inocuas
que se esbozan como en clamores cotidianos.
Allá está la meta, ¿caigo o me hundo?
no concibo los dilemas, me abruman
llegaré y luego decidiré que hago,
sin duda será lo mejor, me da seguridad
decidir qué hacer en medio de la borrasca.
¿No comprenden?... Estoy tratando de salvarme…
loco…sí, quizás… pero quién lo dice ¿un cuerdo?
¿cuál?, si están todos como perdidos
en ese horizonte de clamores cotidianos.
CARLOS A. BADARACCO
17/7/11
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