sábado, 6 de agosto de 2011

¿ADONIS? de CARLOS A. BADARACCO







Es como te vi amigo
Inculto, famélico, corpóreo, despojado...
como si fueras un ser sin espíritu
como si no existiera en ti un solo hálito de pasión.
Pero… ¿Qué eras en realidad?
¿un ser divino, acaso?
omnipotente, poderoso o quizás ansioso de placer

Allí estabas cuando te hallé,
como expuesto al libidinoso deseo de ser colmado,
tu músculos recorrían poéticamente tú figura.
tus raíces etéreas, procaces, extendidas,       
simplemente un adonis dispuesto para ser tomado,
Allí te encontré,
admirado por los fatuos más presuntuosos y lascivos;
como si de ti dependiera la saciedad.
Sensual, impúdico, sicalíptico, obsesivo
recorrías con tus manos , tu piel excitada con una erótica reacción,
como queriendo atraer las sensaciones más obsesivas del sexo
       
¿por qué apreciarte, me dije?
¿por qué gastar un minuto en verte
y extaciarse ante  tu piel arrebatada de deseo?
¿por qué inclinarse ante ti y saciarse?

Luego, al comprobar tu exhibición
tan obscena como tus encantos,
tan fulgurante escultura
se detuvo ante mis ojos
y comprendí aquella insinuación,
prostituida, corrompida, envilecida,
tus míseros dinerillos te servían para comer
para satisfacer instintos que tú mismo provocabas.
Eras, sin lugar a dudas, tan sodomita como quienes te adoraban
creyéndote ser el hombre más hombre,
solo eras uno más entre los más que te admiraban.

CARLOS A. BADARACCO
17/7/11

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