Un caminante de la vida,
un arrogante mensajero.
La paz me acompaña,
me toma de la mano, me conduce,
me lleva por el mundo y me afirma
como un juglar de la esperanza.
En el mundo se revela
la triste historia de la barbarie
y yo sin peso pero con denuedo
traigo la luz y la confianza
soy como un pájaro
y en su vuelo
entrego amor para consuelo
de aquellos hombres que sin quererlo
se sienten dueños del horror.
Soy como aquel aventurero
que sin desear juzgarse oriundo de esta Tierra
se desvive por alertar la confianza
de luchar por un sendero claro de esperanza.
soy como un extraño de la vida
que por la luz de la entereza se desvela
pretendiendo extender a los vientos un mensaje
que se lleve profundo en las almas
como emblema férreo de un amor primero.-
Soy en fin aquel rapsoda
que con ilusión se entrega entero por la vida
soy sin embargo un fiel testigo
de los designios que trajo Dios para los hombres
un mensaje puro de esperanza
un sentido homenaje a la existencia.
CARLOS A. BADARACCO
10/7/11
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