Tu mirada trémula se cubre de lirios.
esbelta figura, fecunda hermosura,
de éxtasis se sonroja tu faz, tu cordura
empañando de aliento los límpidos vidrios.
Eres la dulce ungida del tiempo
te ves tan lozana como aquella doncella
que se viste de seda para mostrar su belleza
y expulsar de mi alma tal vez lo que siento.
Más bella que el cielo vestido de nubes
el sol te ilumina como a flores silvestres
y así como un ave que surca los montes,
te muestras silente al besar yo tu frente
Tu boca pálida aguarda aquel beso
entreabriendo despacio tus purpúreos labios.
y en el marco sublime de romántico espacio
surge mi arrebato, mi dulzor, mi embeleso
¡Abraza mi amante, mi estampa ardorosa!
¡Abrázame fuerte con ferviente deseo!
y en tu cuerpo desnudo aquel arrebato
se torne en caricias y placidez amorosa.
CARLOS A. BADARACCO
15/8/11
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