Yo lloro, tú ríes,
surgen mis lágrimas
ante tu alegría póstuma.
Ante esa visión utópica
de luces y lagos.
de futuros promisorios,
las lágrimas me vienen
como sembrando congojas.
Tu alegría es muerte
mis lágrimas recuerdos.
y estás en medio de los tiempos
arrancando pesares.
Y sin embargo ríes.
entre nostalgias y espacios.
No estás ya no estás.
y esa risa que escucho
es el cálido estímulo que me das
para que mi ánimo se levante,
para que mi fuerza se eleve;
y yo sigo llorando,
y tú sigues riendo.
CARLOS A. BADARACCO
14/8/11
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