sábado, 13 de agosto de 2011

¡QUÉ PROFUNDA SENSACIÓN DE PAZ! de CARLOS A. BADARACCO









¡Qué profunda sensación de paz! La playa
nos entrega un perfume salino que nos cerca la vida,
y, en las tardes, cuando el sol recalienta la arena
se levantan los amores presurosos para danzar.

Entre las rocas, las Nereidas se vuelven de miel
dulces cantos que desde el mar se lanzan
expresan en las olas cálidas armonías,
y al romper contra los macizos chispean rocíos
de estéticas simetrías rítmicas.

El sol nos embriaga con su calor
y provoca una cálida sensación de pasión;
Se alzan las conchas marinas desde la mar embravecida,
y, entre ardores se delatan los deseos en corajes 

¡Qué frescura nos entregan las olas! los alerces
a la distancia se muestran como encendidos
moviendo sus copas de ondulantes formas
y lanzando furtivos rayos de luz que se escapan presurosos.

Todo es concordia, y yo allí entre el oleaje
contemplando la mágica seducción
en que me envuelve la naturaleza

CARLOS A. BADARACCO
9/8/11

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