El viento de las alturas trajo un mensaje,
la alegría que viene desde arriba,
un coro de celestes brumas que se mece
entre las nubes que caminan lentamente.
Mis letras también guardan siempre un recado
el mismo que naciera de la vida,
sencillas frases de coraje
que anclarán con la bravura de aquel viento.
Los jóvenes… ¡oh, los jóvenes! … ellos son mi aliento,
mi vida está colmada de sus temblores,
ardores que se visten de purpurinas.
y fervientes lazos de amor en cada esquina.
¿Qué movió a este espíritu a ser poeta?,
lanzar hacia los tiempos claras señales;
al joven con su fuerza embravecida,
los niños con sus futuros enriquecidos,
el labriego con un sudor limpio y puro,
el maestro con sus manos y su intelecto,
el sutil artesano de la vida
y el febril luchador de la existencia,
serán todos hermanos de mi tierra
un baluarte que enriquecerá siempre al pueblo.
En cada puerta, en cada ventana las familias
podrán comer del trabajo en cada mesa,
que las limosnas no sean dignas de la pobreza
y en cambio sea el trabajo la fuerza noble
para construir una patria con bríos nuevos
y ser libres ante el mundo y nuestra historia.
La vida entera será testigo de esta impronta
que nacerá y se hundirá en nuestro suelo
dejando una marca de PATRIA SOBERANA.
CARLOS A. BADARACCO
24/8/11
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