“Puesto que yo soy imperfecto
y necesito la tolerancia
y la bondad de los demás, también
he de tolerar los defectos
del mundo hasta que
pueda encontrar el secreto que
me permita ponerles remedio.”
Mahatma Gandhi
Todos podemos tolerar la ineptitud de alguien ocasionalmente.
Todos podemos caer fácilmente alguna vez en la torpeza.
Sin embargo no luchar en la vida por vencerla
es un estigma fatal que identifica al necio.
Ser intolerante puede llevarnos a la violencia
y eso es un signo propio de los cobardes,
los que no son capaces de ser prudentes
y amar al otro como un fin en sí mismo.
La luz de la vida se enciende siempre
cuando se encuentra el camino que nos conduce
a una labor caritativa con nuestro hermano,
valorando los principios puros del hombre sabio,
aquel que es feliz con su propia obra,
la que construye con sus principios y su trabajo.
Cuando a lo lejos se ve la meta de la victoria
es razón de ser constante en su camino,
comprender los destinos del hombre justo
es una labor propia del caminante;
somos todos juntos los peregrinos
que vamos hacia esa meta final que nos aguarda,
no hay razón para ignorar ser tolerante
con nuestro hermano que a nuestro lado es un firme caminante.
CARLOS A. BADARACCO
27/8/11
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