Aquel río famoso, enfurecido y fangoso,
el mismo río que escojo para elevar mi plegaria,
dará tributo a la vida que con donaire esgrimía
la más bonita poesía frente a una fe desnuda.
Era de un candor tan profundo que encendía las almas,
brotaba en cada verso un sueño que adormecía lamentos,
piedras y barro sorteaban aquellos versos del río,
marchaban con la fe en los pueblos que en cada codo tocaban.
La poesía es la letra, la letra es el alma,
el hombre al recogerla abraza la paz y la calma.
Son versos encendidos que alientan con sutil añoranza
la más profunda esperanza que se eleva al cielo bendita.
Quizás haya momentos en que la fe se amilane
mas en al viaje se alce con luz de pasión y coraje.
Tendré cuidado esta vez lanzando al río más vida
aliento puro, armonía, que viajará a través de este río
y remontando rocas tan duras como la fe que proclama,
ese río de vertiente se lance a la mar complaciente..
Piense el mundo en la mente de aquellos jóvenes y niños
que en el futuro se proyecten sin tener farol ni confianza
para iluminar sus caminos y ser hombres notables
¿qué será de sus vidas?, ¿qué será de esta Tierra?
si no nos juntamos TODOS para lanzar a este río
mensajes muy profundos de luz, fe y esperanza.
CARLOS A. BADARACCO
25/6/11
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