jueves, 8 de septiembre de 2011

SOLDADO DE LA PALABRA de CARLOS A. BADARACCO




“NO ES SOBERBIA, ES SIMPLEMENTE
LA EXPRESIÓN DEL ALMA”

De repente, alcé mi mano,
mis brazos se extendieron hacia el cielo,
tomé una luz,
la esperanza se internó en mis entrañas,
encandiló mi alma y comencé a escribir.
Ráfagas de expresiones se lanzaron como rayos,
el sentido profundo de la existencia comenzó a fluir,
los vientos de mi esencia  se arrojaron enceguecidos
y en un guiño con la voz literaria
mi intelecto se pronunció.
No vale ser sólo un gran poeta, sí vale escribir con el alma
y en cada palabra expresar la calma que el espíritu da cuando se ama.
Ese fulgor omnisciente, crujiente sensación de alabanza,
la justicia, el sentir, el fragor, la confianza,
la sutil veneración por lo sublime;
todo se internó en mi alma y mi esencia recogió ese mensaje.
Habré de transmitirlo entonces con el coraje,
que me da la fuerza que me viene desde dentro,
aunque sea un pobre escritor sin valía.
Encendido, capaz de entregar desde mis entrañas
el excelso recado de mi consciencia
que me ha encomendado esta tarea.
Ardiente me elevo entonces desde la tierra
honrando  los valores y los derechos
que dignifican al hombre en su provecho
para enaltecer su honestidad y su nobleza.
Somos escritores de la libertad,
que frente a la injusticia y la impiedad se levantan
y como un soldado ofrenda su vida ante su pueblo.
¡Venid entonces!;
aunque sea débil tu estigma literario,
aunque sea humilde, como la mía, tu retórica,
¡aunque te destruyan
con envidia los detractores!;
venid a expresar, con osadía,
esa revolución de esperanza
que desde dentro nos brinda la confianza
de ver un mundo nuevo lleno de luz y certidumbre.

CARLOS A. BADARACCO
26/8/11

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