jueves, 8 de septiembre de 2011

FE EN TI MISMO de CARLOS A. BADARACCO






Nunca pierdas la confianza;
a pesar de los puñales que la vida te clave,
a pesar de las desdichas y los amores frustrados,
a pesar de los fracasos y de las mañanas nubladas
siempre hay una esperanza encendida para aliviar tus pesares.
Nunca se cierran las puertas, nunca las ventanas se obstruyen,
la vida nos da fe para vivir con convicciones
que nacen de la experiencia que nos brindó la existencia.

Alguien dijo alguna vez: “Por muy larga que sea la tormenta,
el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes”
el final es el momento en que el cansancio te vence ,
donde se esconden las esperanzas y la vida finaliza.
No sientas que has perdido,
una lluvia de alegría forma un río de esperanza  
y cuando se cierren las puertas y las ventanas se entornen
siempre tendrás una luz que se asome para hacer entrar la alegría.
Siente que tienes fuerza, que la energía está contigo,
no destruyas tu confianza porque el amor siempre existe.
No exijas tanto el  querer pues el amar lo entrega todo
y el querer lo exige todo y eso es signo de egoísmo.

La risa guarda un encanto que levanta siempre al espíritu
y ante las caídas impías, la creencia en ti mismo alimentará tu firmeza
levantando con entereza tu fe y tu esperanza.

Amando la vida siempre se recibe y si no se recibe, sentirás en tu pecho
la alegría de haber dado y el placer de haber amado.
¡No decaigas!, ¡no decaigas, por favor…!
elévate por encima de las sombras de la noche
al hacerlo encontrarás en el horizonte, allá en el poniente,
la luz del sol, que nunca se apaga, que siempre aparece,
hazlo con el optimismo constante y con la fe en ti mismo
que está en ti profundamente hasta que mueras
y aun así perdurarás en el tiempo como ejemplo de coraje.

CARLOS A. BADARACCO
23/8/11

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