sábado, 4 de junio de 2011

SOMBRAS de CARLOS A. BADARACCO






La luz del día
impacienta la sombra,
 aviva su andar,
despliega su hondura,
alerta las tinieblas.
Cuando la noche se acerca
se acentúan los preludios,
las brisas se tornan soplos
que lanzan al vuelo los tiempos
y la noche descarga sus brumas.
La luna se viste de nieve,
de fulgor radiante se viste,
de plateada visión se nutre
y cubre sonrojada su desnudez lozana.
Lentamente se despoja
como acariciando al tiempo,
como alertando sus deseos
y serpenteando las lomadas
se aleja radiante como una diosa
que tibia, fresca y presagiosa
esboza su partida en celo…
El amor siempre está
aquí, más allá, pero está,
en cada rizo de tu cabello
el amor se resuelve en un desvelo
y en un tímido rayo de luz de luna
que se posó sin quererlo levemente en tu pelo.

CARLOS A. BADARACCO
09/10/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario