viernes, 24 de junio de 2011

AMIGOS de CARLOS A. BADARACCO







Un velo que nos tapa y nos muestra,
que cubre artimañas presuntuosas
de viles colgajos de la envidia.
Amigos que sudan entretelones
de bravíos hacedores de la roña.
Amigos y un café,
amigos y un vino,
amigos y un juego de cartas,
amigos del sufrir;
de la pena y de la angustia,
del júbilo y la nostalgia,
del gusto por la música y la comedia.
Amigos de las letras y de las charlas.
Amigos de las juergas y las mujeres,
una máscara de guiños escondidos
de un juego de truco embravecido,
un racimo de parroquianos en un bar
que beben los placeres del encuentro,
póker, billar, dominó,
 ruleta y generalas.
y una Buenos Aires oculta en la melancolía
Son piedras de agua los tiempos
que se dibujan en el humo de un café.
Son pilares de sabia callejera,
de vicios y empatía enajenada,
de celos y obsecuentes pertenencias,
de cariños y abrazos compartidos,
de tangos escuchados de soslayo.
Amigos en las buenas y en las malas,
no admiten comentarios muy falaces
los efectos que surgen de ese encuentro,
afectos que nacen desde dentro
a veces imposibles de encubrir,
raros enlaces de pasiones
por la vida, la devoción y la cultura
el tiempo es el testigo de esta impronta,
un imperativo que signa los destinos
de la existencia, la soledad y la obsecuencia.

13/06/09

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