(DERECHOS RESERVADOS)
El mar es testigo de mi impronta;
tanta arena en la playa me ha perseguido,
tanta gente, tantas nubes y hasta el sol;
la luna, las rocas y las montañas,
han visto mi pasar entorpecido,
mi triste horizonte corrompido,
mis lauros, mis acopios sin sentido.
Escarnecido por las injurias
persigo la fe que tuve en mi vida.
han visto mi pasar entorpecido,
mi triste horizonte corrompido,
mis lauros, mis acopios sin sentido.
Escarnecido por las injurias
persigo la fe que tuve en mi vida.
Sin pasiones, sin vivaces ostracismos,
así, simplemente como un ser sin egoísmos.
CARLOS A. BADARACCO
11/06/10
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