domingo, 17 de julio de 2011

UNA LÁGRIMA de CARLOS A. BADARACCO






Una lágrima furtiva recorre tu mejilla
es la misma gota que hacia el cielo asciende.
Una lágrima se esfuma sin prisa
denotando dolor cuando se presume viva.
Una lágrima que se vierte en un ferviente idilio
que desde un sueño nace para morir temprano.
Una lágrima sin peso se desliza y brilla
en la noche oscura con la luna altiva.
¡Oh!, cuanto amor derraman esos ojos bellos
que al despertar se humedecen con un amor primero,
amor que presagia un sendero tibio
de primorosas chispas que encienden  luceros.
¡Oh!, mi amor cuanto sufro ahora
cuando me advierto inútil de elevar tu celo.
Quiera Dios que este amor sagrado
se proyecte en el tiempo con fervor eterno

CARLOS A. BADARACCO
04/11/10

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