jueves, 21 de julio de 2011

LA TRASCENDENCIA (ENSAYO) de CARLOS A. BADARACCO


IMAGEN EXTRAIDA DE GOOGLE
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DE MI LIBRO "SUBJETIVIDADES"


El argumento a esta problemática precisa la razón del quehacer que nos ocupa. La subjetividad (punto de vista de cada uno frente a un problema) se expresa en la capacidad de interacción, intencionalidad, trato, pero también como capacidad para “deliberar” incluso consigo mismo. (o sea yo expreso mi punto de vista en un grupo social, interacciono con él, y también puedo modificar ese punto de vista en una interacción o deliberación conmigo mismo) El Ser Humano encausa ponencias (propuesta para debatir, si se quiere) particulares fundándose en estilos que en lo usual formulan realidades intrínsecas (propias de cada uno)
Desde otra perspectiva, metafísicamente (o sea atendiendo a la naturaleza de la realidad conversando), subjetividad es la claridad de la esencia de las substancias, exponiéndose  el  sujeto, el ser, en sí mismo.  Advierto en ello el cúmulo de circunstancias   sostenidas  que nos fundan y escoltan durante toda la existencia. Pueden ser agradables  o antipáticas. Se refiere a prácticas familiares, laborales, políticas, prematuras, eróticas, vitales, traumáticas, enriquecedoras, etc., hemos convivido con ellas siempre, aún en situaciones particulares  sin percibir el valor emotivo que poseen, y el significado trascendental que tienen a través de la vida.
Lo que me preocupa en este caso es justamente la idea de trascendencia. Trascender  significa transitar de una condición a otra, vadeando (pasando, transitando, atravesando) la demarcación que los separa. Desde una perspectiva filosófica, se advierte además la idea de perfeccionamiento o superación.  En la rutina filosófica occidental, la trascendencia supone un ir «más allá» de un determinado lugar o posición. Trascender significa la acción de pasar de un lado a otro en  un determinado contexto, avanzando a pesar de los límites. Para que quede claro, la idea de trascender implica la posibilidad de dejar en la vida la impronta de haber estado en vida, y que esa impronta se proyecte a través del tiempo. Esto lo hicieron los grandes de la historia de la humanidad: Cristo, Sócrates, Aristóteles, Platón, la Madre Teresa de Calcuta, el Che Guevara, Martin Luther King, Mahatma Gandhi,  incluso Hitler, Mussolini, Sadam Huseim, (claro que con una forma particular de manejar la realidad, digamos muy particular), etc. No hay duda que estas personalidades trascendieron, se proyectaron en el tiempo, dejaron su huella en la vida, su impronta, incluso su ejemplo de vida para ser juzgados por las generaciones venideras.
La idea de esta arenga, surge a partir del concepto “nacer” y la pregunta crucial en este aspecto es justamente aquella que nos preocupa en nuestro estado de convivencia diaria, es: ¿Para qué nacemos?, ¿cuál es el significado de mi existencia?, ¿de qué vale vivir?, preguntas estas que surgen hoy desde aquellos seres que están preocupados en hallar su identidad. Me refiero a los jóvenes, aunque nunca se termine de forjar una identidad en la vida y que por lo tanto sea esta una cuestión a dirimir durante toda la existencia.  
CARLOS A. BADARACCO
12-05-10

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