Estoy como sumido en un sueño encantado,
me acompañan los recuerdos mágicos
de tierras extrañas que antaño visité,
llenando de pasión mis sentimientos,
mis dorados momentos de sublime emoción.
Canciones y versos se proyectan celosos
de sentimientos, de encajes, brocados y crepe
vertiéndose sencillos en las noches de ensueño
esperando un suspiro que sople fugaz.
Arrullan susurros de pájaros encantados
que revolotean graciosos entre nubes de miel.
Tímidos y lejanos los acordes de cítaras
deleitan los sentidos de placer e ilusión.
Las notas empalagan los tímidos sentidos,
se escuchan dulces acoples de mar
y en el cielo los azules se ven más intensos
son instantes mágicos de amor y pasión.
Se sienten los aires trasportar los encantos
de níveas mujeres que pernoctan en soledad
y claman fervientes deseos de amar
buscando afectos que surgen del soñar.
¡Ah! Las Nereidas se ven relucientes
entre muros cegados de mármoles y piel
palacios de ensueño se clavan en la noche
iluminan los desiertos cargados de versos,
de mensajes de estrellas, que titilan de amor.
CARLOS A. BADARACCO
01/11/10
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