Yo que existo y que indago
hallaré mañana un misterio que de vida,
hallaré mañana un misterio que de vida,
seré dueño de una luz de tímida esperanza
que cruce los tiempos en pos de eterna confianza.
Alabanza al tiempo y a la distancia
un ir y venir, la eternidad y sus principios,
el alfa y el omega
que se esbozan en los inicios
y se acaban en el infinito.
Así afirma la mística. Me creo
indigno del Infierno o de la Gloria,
pero nada predigo. Nuestra historia
cambia como las formas de Proteo.
¡Qué errante laberinto, qué espesura!
Ciega de resplandor será mi suerte
cuando me entregue al fin de esta aventura
a la curiosa experiencia de la muerte.
No quiero beber su cristalino olvido,
ser para siempre; pero no, haber sido.
Así afirma la mística. Me creo
indigno del Infierno o de la Gloria,
pero nada predigo. Nuestra historia
cambia como las formas de Proteo.
¡Qué errante laberinto, qué espesura!
Ciega de resplandor será mi suerte
cuando me entregue al fin de esta aventura
a la curiosa experiencia de la muerte.
No quiero beber su cristalino olvido,
ser para siempre; pero no, haber sido.
06/04/2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario