Las sombras inertes se aproximan
como relámpagos pertrechos de misterios,
como lascivos instantes de lujuria,
tus manos serpentean mis deseos.
como lascivos instantes de lujuria,
tus manos serpentean mis deseos.
En la noche casi oscura o en el día
de sueños tibios la mañana despunta,
como un pájaro lanzado a vuelo se envanecen,
los instantes de fervientes arrebatos.
Cobran sentido al final de cada rato;
los voraces gemidos de locura,
ardientes semblantes de dulzura
de sueños tibios la mañana despunta,
como un pájaro lanzado a vuelo se envanecen,
los instantes de fervientes arrebatos.
Cobran sentido al final de cada rato;
los voraces gemidos de locura,
ardientes semblantes de dulzura
que nacen de un amor apasionado.
Se encienden las pupilas y los iris,
Se encienden las pupilas y los iris,
retoñan los semblantes en sus llantos
ha de lanzarse un grito de goce
ha de lanzarse un grito de goce
al final de tanto placer y tanta dicha
CARLOS A. BADARACCO
27/11/10
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