Hace mucho tiempo alguien me habló de sí mismo de tal manera que se me ocurrió este poema luego de leer la siguiente frase anónima:
“Cuando un hombre se da cuenta que su padre tenía razón,
es casi seguro que ya tiene un hijo que piensa
que su padre está equivocado”
Me desprendí del alma,
me castigué con saña,
incursioné desdichas
y también amarguras.
Arremetí con odio,
me oculté en la nada,
pero seguí luchando,
no viviré con culpas
Ilusioné corazones,
aplasté pasiones,
me encontré muy solo
Y me aislé con gusto.
Caminé en las sombras
Y luché por quimeras,
pero a pesar de todo
no viviré con culpas
Mitigué deseos,
embestí a ciegas,
fui ruin y miserable,
no me importó el vacío,
Entorpecí principios,
Desparramé corazones,
pero a pesar de todo
no viviré con culpas
Allá en las penumbras
dejé varios amores,
los dejé sufriendo
porque fui perverso.
No me importó el dolor,
tampoco el sufrir
y a pesar de todo
No viviré con culpas
No viviré con culpas
pues vencí las caídas
y hoy detesto la hipocresía
de este mundo corrupto.
Es más útil ser falso
para conseguir las metas,
no me siento nada
¡que me juzgue el diablo!
CARLOS A. BADARACCO
13/09/09
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