Añoro, volver a sentir en los pies, la arena mojada,
sea con el agua de la mar perfumada
o con la lluvia que la moja en las cálidas borrascas
y que el sol seca en los días serenos y brillantes.
Evoco sobre una roca al mar embravecido
y al rocío chispeante de las olas en mi rostro;
el bravo quejido de la espuma que golpea,
y la suave brisa del Atlántico lejano.
Adoro también del verano, cobijarme bajo la luna,
con las nubes cargadas de brumosas negruras,
y las estrellas fulgurantes en el cielo sombrío
que dan cobijo y abrigo a mi cuerpo adormecido.
¡Pero sí amo y amo de veras!, amo al amor mismo
que me cautiva en las noches serenas,
es el romance que despierta lentamente
sobre la tímida hondura de nuestros cuerpos ardientes.
15/05/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario