Mis recuerdos dormidos, mis añoranzas,
la crucial presencia de mis anhelos, la inconstancia,
los sueños esparcidos por la desidia.
Lo que fue y no fue, la desconfianza
los tiempos pasados y la destemplanza,
donde la esperanza se convierte en señuelo
de sufrientes destinos adormecidos
¿Quién soy y adónde voy, me pregunto?,
quizás los tiempos idos me den la respuesta.
la crucial presencia de mis anhelos, la inconstancia,
los sueños esparcidos por la desidia.
Lo que fue y no fue, la desconfianza
los tiempos pasados y la destemplanza,
donde la esperanza se convierte en señuelo
de sufrientes destinos adormecidos
¿Quién soy y adónde voy, me pregunto?,
quizás los tiempos idos me den la respuesta.
De los semblantes dormidos por mi inconstancia,
y los diagramas funestos de mi eterna desconfianza
puedo advertir también mis tiempos adormilados
que tejieron ardores de intolerancia ensimismados
que tejieron ardores de intolerancia ensimismados
y hoy me muestro como perdido, casi en la nada,
esperando la inevitable estocada final
CARLOS A. BADARACCO
3/12/10
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