lunes, 25 de julio de 2011

PLACERES ADOLESCENTES de CARLOS A. BADARACCO






Mi juventud, dulces años
amando soledades,
soñando placeres,
aprisionando suspiros,
sintiéndome apenas aturdido.

Ni penas, ni olvidos pretendidos
más que amar a cada hora, a cada instante;
en paz conmigo mismo
desatando mis deseos más fervientes.

Con suave placer enceguecido,
como romántica avidez lujuriosa,
 ardía en mi piel y en mis entrañas
una tímida locura que encandilaba.

Encanto y tentaciones, desenfrenos,
mis largas cavilaciones ardorosas,
mis libres toqueteos, mis ilusiones
que ardían en placeres enceguecidos.

Los amores y las tiernas emociones
se hacían presentes en sensaciones
alentando mis frenesíes y mis visiones
con imágenes que ardientes se presentaban.

Un placer quizás interminable
asomaba voraz en mis deleites.
Codicia y sensualidad abrazadora
urgían mis deseos insaciables.

Placentero era soñar entre los montes
que atravesaba con intenciones impetuosas
El canto de los pájaros y la luz del sol que fulguraba
enseñoreaban aquellos días de años mozos

¡Ah!, placeres de adolescente arrebatado
el majestuoso pasar por aquellos años.
 El suave arrullar de manantiales,
con nubes envolventes embelleciendo.

Instantes de intimidad y desenfreno,
hierbas tibias asomándose entre los montes
quebrados por dispares pasajeros
se presentaban y pronto se retiraban
dejándome solitario con mis soñares.

CARLOS A. BADARACCO
22/09/10

viernes, 22 de julio de 2011

CREACIÓN DE LA MUJER de CARLOS A. BADARACCO








De repente Dios creó a la mujer,
la hizo de barro y arcilla,
le dio forma divina
exaltando su agudeza

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La hizo dúctil, preciosa
para amarla como a una diosa,
la elevo en la naturaleza
exponiendo su grandeza.
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DIOS,hizo todo perfecto…¡HAY DIOS!
¡GRACIAS A DIOS!

CARLOS A. BADARACCO
27/09/10

MUJER EN LAS SOMBRAS de CARLOS A. BADARACCO






(RECONOCIMIENTO A LAS MUJERES Y TRAVESTIS DE LA NOCHE) 


Humillada por la vida,
inflamada de ilusión en un transitorio sueño,
suspirado por momentos,
la noche iluminada te sonroja.

La luz infinita te aguarda
y en la sombra oprimido,
tu corazón palpita
en un suave y tímido aliento.

Tal es la brisa que acompaña
tu fino y atosigante lamento,
una oscuridad inaudita
obtura tu insurgente aliento.
Estás allí, como absorta,
como esperando un corazón,
un sentimiento profundo, una emoción,
una palabra de cariño dulce, corta.

¡Ah!, ¡quién pudiera amarte,
dejar que suenen las campanas!
¡ah!, si los días pasaran,
y mi ternura creciera para adorarte!

CARLOS A. BADARACCO
28/09/10

LA INMANENCIA Y LA TRASCENDENCIA (ENSAYO) de CARLOS A. BADARACCO

IMAGEN EXTRAIDA DE GOOGLE

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DE MI LIBRO “SUBJETIVIDADES”
Estoy en uno de mis días más reflexivos, mi mente se proyecta a un lugar excelso, las imágenes van y vuelven, se detienen y avanzan como si quisieran buscar algo que las contenga, un espacio que denote tranquilidad y que me proyecte a la paz que hoy necesito. Seguramente no es un imposible, siento que tiene que haber un punto casi etéreo, no mágico pero sí un sitio de paz donde pueda ver y advertir que la vida no es lo que vivimos de continuo sino que a través del amor, que siempre está presente, podamos unir nuestros corazones.
Estoy escuchando en este momento un himno casi celestial del Coro del Tabernáculo Mormón, yo no pertenezco a esa congregación, pero es evidente que el Himno n° 48, que estoy disfrutando en toda su intensidad, me lleva a un lugar especial. La magia que me envuelve con voces encantadoras que entonan ese himno de amor intenso. Realmente odiaría que todo lo que me lleva a establecer un contacto profundo con mi propia interioridad fuera falso. Pero sea así o no, lo cierto es que estoy en mí mismo, en mi propio centro y percibo allí una luz que jamás me percaté que existiera. Es, sin duda mi propia esencia, que me devuelve una paz interior, un dulce y tierno estado de elevación. Noté por ejemplo que no tendría que apartarme mucho de la realidad en que vivo, que simplemente debería comprender que todos aquellos que me rodean tienen un centro espiritual semejante que nos hace ser lo que somos y no otra cosa. ¿Qué somos?, seres humanos, que amamos, sufrimos, y tenemos la capacidad de ser felices, como cualquier otro que nos rodee, sólo falta poner en funcionamiento un estado de comprensión y profundidad del uno sobre el otro.
Un nudo en la garganta siento al escuchar esta vez O Holy Night” “Oh Noche Santa” por el mismo coro y esta vez capto otra sensación: que sí podemos alcanzar un estado espiritual semejante, que no nos debemos olvidar que somos hermanos porque llevamos la misma esencia y eso nos debe hacer entender, como seres inteligentes que somos, que no podemos fallarle a nuestra interioridad, de hacerlo, estaríamos dándole un sin sentido a nuestra misma existencia. El concepto “trascendencia”, sugiere que el sentido más inmediato y elemental del término se refiere a una metáfora especial, trascender significa pasar de un ámbito a otro, atravesando el límite que los separa. Desde un punto de vista filosófico, el concepto de trascendencia incluye además la idea de superación o superioridad. En la tradición filosófica occidental, la trascendencia supone un «más allá» del punto de referencia. Trascender significa la acción de «sobresalir», de pasar de «dentro» a «fuera» de un determinado ámbito, superando su limitación o clausura.
Así, S. Agustín pudo decir, refiriéndose a los platónicos: «trascendieron todos los cuerpos buscando a Dios». Trascendencia se opone, entonces, a inmanencia (“Que es esencial y permanente en un ser o en una cosa o que no se puede separar de él por formar parte de su naturaleza y no depender de algo externo”) Lo trascendente es aquello que se encuentra «por encima» de lo puramente inmanente. Y la inmanencia es, precisamente, la propiedad por la que una determinada realidad permanece como cerrada en sí misma, agotando en ella todo su ser y su actuar. La trascendencia supone, por tanto, la inmanencia como uno de sus momentos, al cual se añade la superación que el trascender representa…”
De manera que rescato que nuestra vida no tiene porque sumergirse en un estado inmanente, aunque debemos cada tanto proyectarnos a nuestra propia interioridad pero con el objeto de encontrarnos a nosotros mismos con la firme intención de volcarnos a una realidad que nos envuelve y que debemos transformar, he allí nuestra responsabilidad como seres humanos que somos. Dejar sentado la razón de nuestro existir, trascender, es decir proyectarnos a través de los tiempos hacia un futuro en el que, aunque no estemos ya físicamente, podamos desde nuestros ejemplos de vida, nuestras enseñanzas y nuestras obras escritas o no, luchar por un futuro mejor, por un MUNDO DE AMOR.
CARLOS A. BADARACCO

jueves, 21 de julio de 2011

EL SENTIDO DE LA TRASCENDENCIA (ENSAYO) de CARLOS A. BADARACCO



IMAGEN EXTRAIDA DE GOOGLE

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DE MI LIBRO "SUBJETIVIDADES"
(Aclaro que no busco coincidir con los lectores a partir de mis escritos, simplemente, la palabra subjetividad está relacionada justamente con mi propia perspectiva de la vida, sin embargo, me encanta la disidencia, valoro aún más el debate, como ser pensante que pretendo ser, en relación con otros seres pensantes pues sólo así se construye la GRAN HUMANIDAD)

Retomando el caso de la trascendencia, siempre sostuve que desde nuestro nacimiento, debemos tomar posición ante esa circunstancia, o sea, la vida misma, y hacerlo, lógicamente, a medida que crecemos. Al cumplir con nuestro destino, si tenemos la fortuna de poder estar consciente de nuestro estado, deberíamos poder advertir si hemos hecho las cosas correctamente, si realmente estamos frente a la idea de haber vivido una vida útil, si cumplimos con nuestro objetivo de hacer una humanidad más rica en valores de todo tipo, creo que ese es el ideal de todos ¿verdad?, ideal que deberíamos ir construyendo a lo largo de la vida, o bien, atiéndase bien, contribuir a destruir la humanidad y en ese caso deberemos comprender, ahora que todavía tenemos facultades para discernir, que en ella crecerán en el futuro nuestros hijos y seguramente deseamos que lo hagan en paz y con felicidad, a menos que nuestra psiquis esté totalmente desquiciada y en ese caso, otros deberán continuar con el objetivo de lograr el alcance de esos valores supremos que la vida nos cede desde el comienzo y que muchas veces no divisamos a pesar de estar allí delante de ellos.
Mi padre decía: “LA INTELIGENCIA LIBERA, LA IGNORANCIA ESCLAVIZA AL HOMBRE”. En ese caso, me voy por un minuto de tema, simplemente como ayuda para poder desarrollar lo que más adelante trataré; sostengo que es la educación la tiene que apuntar siempre a liberar al hombre correspondiendo de esa manera a una larga tradición humanista en nuestras sociedades o sea apuntar al derecho de la persona y lógicamente la sociedad debería ser quien piense en actuar con mayor responsabilidad, respetuosa de la total dignidad humana. La autonomía justamente promueve capacidades para que el sujeto pueda desarrollar una vida plena desde una sociedad con valores, normas y un proyecto de vida que nazca justamente de ella en forma consciente y deliberada, a partir de las facultades humanas que le den autoridad sobre su medio pues se encuentra inmerso en él y prepararlo contra lo que se oponga a su espíritu de autodeterminación, a partir del desarrollo de sus competencias humanas, autonomía, solidaridad y todo tipo de principios que lo pongan como un individuo pensante frente a la grave situación social que nos abruma.
Finalmente, por ahora, ya que es un tema que continuaré progresivamente, "El preocuparse por hallar un sentido a la existencia es una realidad primaria, es la característica más original del ser humano." Este sentido entraña el ubicarlo en un aquí y ahora que le dé objeto, designio, disposición y destino. El sentido involucra pues trascendencia. Como lo dice Víçtor Frankl, el célebre neurólogo y psiquiatra austríaco, en “El hombre en busca de sentido”, un análisis existencial del ser humano: "El hecho antropológico fundamental es que el ser humano remite siempre más allá de sí mismo, hacia algo que no es él; hacia algo o hacia alguien; hacia un sentido. El ser humano se realiza a sí mismo en la medida que se trasciende"

CARLOS A. BADARACCO

LA NOTA de CARLOS A. BADARACCO








Te persigo Alfonsina
y en el mar te descubro
apasionada, sublime, enamorada.
Una ilusión contenida aguarda
entre las aguas de la mar embravecida
y entre tinieblas te presentas
como en la tibia mañana de octubre,
de blanco, entre tules, amanecida.
No soy tú,
pero me llevas entre tus brazos
sin dolor pero vehemente
junto a las letras
que solícitas emocionaron
la luz impasible de mi mente
y se arraigan impacientes
en un tímido teclado
para exaltar en los tiempos
tú presencia inclaudicable.
Tus manos que escribieran a los sueños
parecieran escapar de la pantalla
queriendo tomar quién sabe
qué presagios de amores contenidos
en cada letra ilusionada

CARLOS A. BADARACCO
21/10/10

PROPENSIÓN de CARLOS A. BADARACCO







Un sueño, quizás un delirio,
camino, surco y levántome, riego, tomo y decaigo
presagios de la vida, mi sombra, mi sollozo.
El fin de la existencia, de la lucha, del camino
es horadar, cavilar, incitar al destino.

Mi paupérrimo cerebro, tan indignado,
clama justicia en un gemido dramático,
y yace inmóvil por la soledad.

¡Oh, hermanos, mi vida, la nuestra
sumergida en un estado de despojo!
abismo cruel que nunca escojo
que me colma y me ultraja, me conduce

En vano grito, suplico, reitero, exhorto
un pedido de auxilio, de asistencia,
de infinita comprensión, misericordia,
un tímido desahogo en mi sufrir.

¿Delirio y fantasía?, ¿desesperanza?
al fin, sin descanso, la irreflexión,
los contiguos confines del infierno,
la lozana avidez de un tormento,
me seduce y me incita al fin.

CARLOS A. BADARACCO
17/10/10

LA INCOMPRENSIÓN DE LA VIDA de CARLOS A. BADARACCO







Entiendo el soñar, sin embargo,
no entiendo la vida, me desorienta, me hostiga
Suspírole en sus entrañas, ruégole en cuclillas
Salpícole con mis lágrimas
y sin embargo no la entiendo, me desorienta.
Me desvía la existencia, me amordaza,
me priva de respirar, me subleva
Pídole socorro, suplícole paz
Replícole las suplicas
y sin embargo no la entiendo, me desorienta.
Pienso en los que sufren hambre y sed de justicia,
me avergüenza tanta ignorancia, me indigna
Grítole equidad, incrépole igualdad
Protéstole por la desidia
y sin embargo no la entiendo, me desorienta
Estoy como perdido, arrojado al olvido
¿No soy nadie? ¿Siquiera un ente?
¿no tengo valores?, ¿tampoco principios?
No entiendo la vida, se pierden lo días
y yo suplicando, clamando, protestando
y la vida …¡Ay!..., no me responde.

CARLOS A. BADARACCO
16/10/10

MAGNANIMIDAD de CARLOS A. BADARACCO










Llama la música, llama la vida;
llama la naturaleza, clama la paz;
invocan las flores y surgen los amores,
los manantiales, los albores
y la vida presente, bella, omnisciente.
El sol brilla en las alturas
y su fulgor se traduce en ternuras
Cada cosa en su lugar,
el equilibrio es el soñar
de las luces en la realidad,
de los colores en la majestad.
Los arroyos, los espejismos,
los rayos furtivos entre los pinos,
la araucarias y las magnolias
pendiendo sacramente de las sequoias.
Todo es placer, todo es amar,
brillo interior que se confunde
con la belleza en la que se funde.
Entre las ramas de un abeto
y la frescura de un soneto
la música nos eleva
y sublime nos subleva
ante la malicia de los hombres.
Paz en el mundo, en la naturaleza,
en la nobleza de las existencias
junto a la  vida y la presencia
del derecho a la felicidad,
la templanza y la amistad.

CARLOS A. BADARACCO
25/09/10

LA TRASCENDENCIA (ENSAYO) de CARLOS A. BADARACCO


IMAGEN EXTRAIDA DE GOOGLE
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DE MI LIBRO "SUBJETIVIDADES"


El argumento a esta problemática precisa la razón del quehacer que nos ocupa. La subjetividad (punto de vista de cada uno frente a un problema) se expresa en la capacidad de interacción, intencionalidad, trato, pero también como capacidad para “deliberar” incluso consigo mismo. (o sea yo expreso mi punto de vista en un grupo social, interacciono con él, y también puedo modificar ese punto de vista en una interacción o deliberación conmigo mismo) El Ser Humano encausa ponencias (propuesta para debatir, si se quiere) particulares fundándose en estilos que en lo usual formulan realidades intrínsecas (propias de cada uno)
Desde otra perspectiva, metafísicamente (o sea atendiendo a la naturaleza de la realidad conversando), subjetividad es la claridad de la esencia de las substancias, exponiéndose  el  sujeto, el ser, en sí mismo.  Advierto en ello el cúmulo de circunstancias   sostenidas  que nos fundan y escoltan durante toda la existencia. Pueden ser agradables  o antipáticas. Se refiere a prácticas familiares, laborales, políticas, prematuras, eróticas, vitales, traumáticas, enriquecedoras, etc., hemos convivido con ellas siempre, aún en situaciones particulares  sin percibir el valor emotivo que poseen, y el significado trascendental que tienen a través de la vida.
Lo que me preocupa en este caso es justamente la idea de trascendencia. Trascender  significa transitar de una condición a otra, vadeando (pasando, transitando, atravesando) la demarcación que los separa. Desde una perspectiva filosófica, se advierte además la idea de perfeccionamiento o superación.  En la rutina filosófica occidental, la trascendencia supone un ir «más allá» de un determinado lugar o posición. Trascender significa la acción de pasar de un lado a otro en  un determinado contexto, avanzando a pesar de los límites. Para que quede claro, la idea de trascender implica la posibilidad de dejar en la vida la impronta de haber estado en vida, y que esa impronta se proyecte a través del tiempo. Esto lo hicieron los grandes de la historia de la humanidad: Cristo, Sócrates, Aristóteles, Platón, la Madre Teresa de Calcuta, el Che Guevara, Martin Luther King, Mahatma Gandhi,  incluso Hitler, Mussolini, Sadam Huseim, (claro que con una forma particular de manejar la realidad, digamos muy particular), etc. No hay duda que estas personalidades trascendieron, se proyectaron en el tiempo, dejaron su huella en la vida, su impronta, incluso su ejemplo de vida para ser juzgados por las generaciones venideras.
La idea de esta arenga, surge a partir del concepto “nacer” y la pregunta crucial en este aspecto es justamente aquella que nos preocupa en nuestro estado de convivencia diaria, es: ¿Para qué nacemos?, ¿cuál es el significado de mi existencia?, ¿de qué vale vivir?, preguntas estas que surgen hoy desde aquellos seres que están preocupados en hallar su identidad. Me refiero a los jóvenes, aunque nunca se termine de forjar una identidad en la vida y que por lo tanto sea esta una cuestión a dirimir durante toda la existencia.  
CARLOS A. BADARACCO
12-05-10

UN SER PENSANTE (ENSAYO) de CARLOS A. BADARACCO

IMAGEN EXTRAIDA DE GOOGLE
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DE MI LIBRO "SUBJETIVIDADES"
Sin saberlo, en mi eterna ignorancia, intenté comerme el mundo. Mi insolencia obsoleta, arcaica, casi vetusta; atendamos a estos sinónimos que tienen distinta jerarquía e intensidad; mi insolencia, decía,  quiso darme la idea de un mundo pequeño en donde era yo un integrante de la misma cúspide cultural que me mantenía alejado de la realidad más recóndita. Una realidad que necesita de humildad en lugar de arrogancia. Comprendí de repente que mi vida no debía ser una luz apagada, que habría de brillar, pero no para ser superior sino para ser el más pequeño, aquella insignificante entelequia, que con su brillo iluminara los rincones más obscuros de esta Tierra. De nada servía sentirme una eminencia o querer serlo a partir de la cultura sino más bien aquel “ignorante” (SÓCRATES) que se pasea por el mundo simplemente para ”ser”. Mostrar mi esencia, a través de mis actos y comprendiendo que es el mismo atributo que contienen otras identidades incluso las más recónditas de nuestra realidad, claro que matizadas con diferentes visos e intensidades, a veces hasta violentas, pero esencia al fin. Esto es más, diría yo, una lectura profunda que intento realizar de mi misma conciencia. Como si quisiera convencerme a mí mismo de aquellos rasgos que me identifican y que la vida misma cada día me enseña a considerar preciados para mi desarrollo como individuo. Tengo sesenta y un años y sé que mi ciclo evolutivo continúa adaptándose a una realidad que cambia a ritmos vertiginosos. Nunca termina uno de convertirse poco a poco en una evolución superior o bien inferior, para los que deseen serlo, o sea una involución. Lo cierto es que aquí estoy sumergido en mi propia interioridad, pero con la intención de volcarme al mundo como un ser pensante, donde el intelecto sea el instrumento que sirva para valorizar la humanidad. (CONTINUARÁ)
CARLOS A. BADARACCO
12-05-10

EL TEMA DE LA FELICIDAD (ENSAYO) de CARLOS A. BADARACCO
























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IMAGEN EXTRAÍDA DE GOOGLE

DE MI LIBRO “SUBJETIVIDADES”

Haber llegado casi al final de mis días me lleva a reflexionar acerca de ciertos conceptos que han conmocionado mi existencia desde mi más tierna adolescencia.  Es así como he tenido presente siempre el tema de “LA FELICIDAD” y me he refugiado en la opinión de ciertos pensadores que me llamaron la atención por su posición tan personal acerca de este concepto, por ejemplo:  
Aristóteles afirma, refiriéndose a qué es lo bueno, que “LO BUENO ES LA FELICIDAD”, agrega además que siempre nuestro accionar en la  vida tiene un propósito. Es evidente, que siendo así siempre habrá una meta hacia donde nuestras acciones se dirijan, una aspiración que le dé sentido a nuestro hacer. He de refugiarme mucho en este pensamiento de Aristóteles que se ha transformado en un axioma para mi vida. Cuando me refiero al sentido de nuestra existencia lo veo yo como una impronta que dejamos en la existencia dentro del conjunto de “cosas” que la existencia tiene de por sí. Entonces surge allí una pregunta: ¿y si el sentido de nuestra vida nos condujera hacia el  mal? Aristóteles,  a través de sus pensamientos,  me contesta diciéndome que “nuestra vida se va conformando con una cadena de fines”, es como si fuera un collar de perlas y cada cuenta fuese un fin conseguido en la vida y que lógicamente eso nos permite dar otro paso, conformar una nueva cuenta del collar, de esa manera es cómo me toca a mí explicar el sentido que este pensador le da al tema de la felicidad, puedo estar equivocado, aclaro. Afirma que el sentido del hombre es alcanzar esa felicidad como lo máximo, como si esa fuera la última cuenta del collar que es el final de nuestra vida misma, lo llama “BIEN SUPREMO” al logro de esta meta, por lo cual sabremos si somos felices al cabo de nuestra existencia. He leído por allí  que “la felicidad es el fin supremo pues no es, a su vez, un medio para alcanzar otro fin”. Y vuelvo nuevamente a la pregunta que me intriga y advierto que Aristóteles invoca otro concepto el de “RAZÓN” diciendo que “la felicidad sólo se consigue si a través de nuestra vida nos hemos guiado por la razón” dejando de lado, de esta manera todos los vicios, placeres mundanos que la realidad nos ofrece como tentaciones que habremos de vencer para el logro de la meta final. Ser prudente es la respuesta a la pregunta, dejando los abusos de lado, las pasiones, las exaltaciones comunes de la vida, los vicios si se quiere llamar de otra manera. Alguien me dijo alguna vez, «amigo mío, “ni tan tan, ni muy muy”», queriéndome aclarar que debemos encontrar un “término medio” en nuestro accionar, así lo llama nuestro pensador. Un término medio entre los extremos. Y me surge otra pregunta: ¿cuál es el término medio para un hombre de escasa cultura y cuál para un intelectual? lo que me lleva a pensar, “cae de maduro”  que a través de la educación el ser ajusta ese “término medio” a medida que se va formando y se demuestra a través de los actos en donde quedan reflejadas las buenas acciones. Entran aquí en juego el tema de los valores, tan importantes para nuestra vida de relación dentro de una sociedad a la cual pertenecemos, pero ese es otro tema.
CARLOS A. BADARACCO
21/7/10

miércoles, 20 de julio de 2011

AURORAS DE MERLO de CARLOS A. BADARACCO







Anduve danzando por las colinas,
por los senderos puros de opalinas gotas,
amé los bosques,
capté las esencias de la naturaleza,
en las frías mañanas me sumergí en los deshielos,
me deslice entre las algas,
suspiré en vano el olor a ciruelos,
y los oleos del cielo se precipitaron
coloridos a los bosques
y las viñas se encendieron en la vendimia.
entregando amores en sus deslices .
¡Qué bello día!”,
un fino arrullo devoraba cielos,
un bretel de seda quedó prendido del Algarrobo Abuelo
sentido de escarcha.
Las diez y el leñero no llegaba
se posó entre los espinos un aroma a paja:
de sombra vieja se cargó la leña;
pilares, de quebracho rojo
se sintió serpenteando en las chirriadas;
sobre la luz del día, un camino blanco
que al atardecer temprano sucumbió sin brillo,
ojos de luces te esperaban tiernos.
CARLOS A. BADARACCO
6/10/10

LA PAZ Y LA GUERRA de CARLOS A. BADARACCO


IMAGEN EXTRAIDA DE GOOGLE   httpwww.panfletonegro.comvolante200908044105




Sobre un bastión engalanado,
la guerra luce sus romances,
la muerte es su fiel consejera
y la sombra su febril compañera.
¡Ábranse los abismos del otro mundo!
los cataclismos y los rayos, lo profano,
ábranse sin paz y sin lamentos
los cruciales instantes, los fermentos.
Los días se tornan como vivencias
de presagios de ruines tentaciones.
Sin embargo lucharán contra leones
que buscan la paz y la alegría
Lo harán con la noche y con el día,
lo harán más allá de los ciclones.
Fervientes  batallones se preparan
para combatir contra ese cruel enemigo
Serán como meteoros y centellas
los perfiles  que denoten los castigos.
La paz está justo allí junto a la justicia
para acabar con los tormentos e inmundicias.
No habrá clemencia ni paciencia
con aquellos que día a día nos ataquen.
Es una lucha lenta la que corroe
y persistente es su enemigo más vehemente
La paz perseguirá con fines probos
su paso por la vida con escarmiento

CARLOS A. BADARACCO
23/09/10

martes, 19 de julio de 2011

PLACERES SOLITARIOS de CARLOS A. BADARACCO












Sueños de verano de mi tierna juventud
que acariciaron mis deseos de asoladas tentaciones.
y con un apego a las manos y a los juegos de la mente
desprendían ansiedades en efusivos placeres.
Sueños nostálgicos de sensaciones y añoranzas
que dormían en la esperanza de fantaseados ardores
recostado sobre las rocas de las playas empedradas,
vírgenes deseos se apoderaban de mis entrañas.
Roseaban apacibles las siestas estivales
cuando en las cálidas brisas se asentaban mis placeres
y ladeado, endurecido por las convulsas delirantes
los pétalos de las flores sonrojaban sus semblantes 
¡Ah!, dichosos aquellos años de sublimes tentaciones
que ardían en mi mente como sueños de ansiedad
solitarias expresiones de adolescencias pasajeras
que quedaron para siempre entre nostalgias de la edad.



CARLOS A. BADARACCO
12/2/11

NOSTALGIAS DE VERANO de CARLOS A. BADARACCO









Añoro, volver a sentir en los pies, la arena mojada,
sea con el agua de la mar perfumada
o con la lluvia que la moja en las cálidas borrascas
y que el sol seca en los días serenos y brillantes.
Evoco sobre una roca  al mar embravecido
y  al rocío chispeante de las olas en mi rostro;
 el bravo quejido de la espuma que golpea,
y la suave brisa del Atlántico lejano.
Adoro también del verano, cobijarme bajo la luna,
con las nubes cargadas de brumosas negruras,
y las estrellas fulgurantes en el cielo sombrío
que dan cobijo y abrigo a mi cuerpo adormecido.
¡Pero sí amo y amo de veras!, amo al amor mismo
que me cautiva en las noches serenas,
es el romance que despierta lentamente
sobre la tímida hondura de nuestros cuerpos ardientes.
15/05/10