Quizás la luz del sol ya no ilumine,
tal vez se apaguen la luna y las estrellas,posiblemente el firmamento desaparezca
y se extingan los vacíos y las tinieblas.Es probable que la vida entera se esfume toda
y las distancias culminen sin un final.
Acaso se disipen los colores,se sofoquen los celestes y los azules,
o se desvanezcan congelados los volcanes
y las olas del mar nos sepulte
Seguramente se conviertan
los sentires y los placeres
en una nada casi soez, escatológica,
un excremento, un gas inerte y mortuorio
Factiblemente se disipen los ventarrones
se conviertan en brisas amargas como la hielo en cataclismos horrendos las certidumbres
y se desaten huracanes y cataclismos.
Quizás no se dicten más reglas y las costumbresdel vivir con cordura y honradez…
Pero el amor, ¡Ah, el amor!
el amor hará estragos en las almas,y renacerán los placeres de la vida,
las distancias florecerán
embellecerán los jardines del espíritu,renaciendo caricias nuevas en los corazones
de hombres justos y honestos de verdad
y los gentiles besos de la vida
se elevarán nostalgiosos y apacibles
denotando el renacer de una existencia plena
llena de luz, color, amistad e ilusión.
CARLOS A. BADARACCO
30/4/11
No hay comentarios:
Publicar un comentario