miércoles, 4 de mayo de 2011

RAPSODA PROSAICO de CARLOS A. BADARACCO

(DERECHOS RESERVADOS)





RAPSODA PROSAICO
Triste poeta encumbrado, abandonado y osado,
luchó por la vida y halló la muerte;
y fue entretanto un villano
desprestigiado y profano,
Se privo de la vida en pos de la vehemencia
y fue efímero en su razón y obsecuencia.
Sufrió para obtener lauros de muerte,
lazos de demencia entregados a lo inerte;
perdió rumbos oprimido orillando con lo inhumano.
y sin embargo ganó un lamento cotidiano;
precisamente porque desistió
de un fin que lo poseyera,
que justificara su vida.
y su ambición desmedida,
El exilio de las mentes agusana los valores
se encuentra solo en la existencia, sometido y sin honores;
pero siempre fue acompañado con un claro estoicismo
que evitó su caída a lo profundo de un abismo
y cuando supo de su osadía y de su amarga valentía
pretendió ser juez y jurado de una infructuosa osadía
¡Vida sin vida!, ¡muerte sin muerte!
Se proclama casi a sí mismo como un poeta sin suerte,
ni un tormento siquiera, el silencio y la ignorancia
por su cruel insolencia y su nefasta arrogancia
En su muerte se ha disipado todo vestigio de poeta,
allí ha finalizado su pretensión de trovador,
no ha quedado siguiera de su vida
la idea de ser un elocuente soñador.

CARLOS A. BADARACCO
13/8/10

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