Cierro mis ojos y al hacerlo aparecen
irrenunciables y fervientes, las letras;
de amores ardientes algunas,
de sentires sensuales las otras.
Aparecen como impasibles gotas
que desde la mar se aproximan
como trayendo brillantes designios
de pasiones irreverentes,
ardores elocuentes
que se proclaman febriles
en mis entrañas y en mis cienes.
Exaltan un amor primero,
un sueño etéreo,
un presagio efímero
que se vuelca por el sendero
de mi esencia y mi sentir.
Letras de suave aroma a salinas
que traen presagios y sonrisas
desde las profundidades del mar.
Resueltas, trémulas y sentidas
las letras se ven como decires
de recónditos amores nacidos
desde corales y sagrarios marinos,
seduciendo apasionadas y esenciales,
almas de esperanza pura
que se levantan ardientes del mar
CARLOS A. BADARACCO
10/12/10
Si se leen... Y este poema esta maravilloso amigo... Muy bueno... Felicidades... ;)
ResponderEliminar