Antes de irme quiero
andar por la arena reclamando al mar,
sentirme sumergido en tus brazos Alfonsina.
Tú que estuviste en mí,
iluminando mis simples letras,
cubriéndome de algas y líquenes;
las cinco sirenitas que fielmente te acompañaban
y meneaban el carruaje colmado de
caracolas que me llevaban hasta ti,
carroza tirada por peces multicolor,
rodeada de hilos dorados y un caballito de plata
que empujaba con fuerza de mar.
No me asustan los miedos si estás tú,
si me tomas de la mano y me cubres de letras,
aquellas que tanto amaste en tu largo penar
¡Ay Alfonsina que sin ti no muero!
¡Ay que no tengo consuelo, ni fortaleza ya!
¡qué me siento débil y me acongoja
no estar y si estoy no estoy si no estás tú!
sólo estoy en el mar, con tu retiro y tu amor
amor que tienes en ti para entregar,
amor que me cubre y me vigoriza,
amor que necesito para morir en paz.
CARLOS A. BADARACCO
1/08/09
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