lunes, 16 de mayo de 2011

SIGILOS de CARLOS A. BADARACCO

(DERECHOS RESERVADOS)










Una luz, una palabra
un sueño de amor, una estocada,
la nitidez del infinito
era silencio y era nostalgia.
Una palabra casi inmóvil
que sosegaba los silencios,
los vientos y las nubes
se cobijaban en los espacios.
Era  casi imperceptible
el fulgor, la transparencia
que en los tiempos se consumaban
entre el sabor de los sigilos.

Una luz, una palabra
casi en el albor de la mañana,
donde los bríos denotaban
el gorjeo de las calandrias...
y el amor, aquel que se aplacaba
como callando cautelas
se muestra hoy casi en tinieblas
sólo ardiendo entre penumbras.

CARLOS A. BADARACCO
16/4/11

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