A veces eres rey y estás entero
te muestras con cubierta de guerrero
con tu imagen tan adusta y tan bizarra;
hoscas son tus manos y tu presencia
te descubre como un soldado sin esencia,
pretendes tener la vida como instrumento
para desgranar de ella sus grotescos;
la inmoralidad de tus momentos se desgranan
en acciones belicosas de escenario.
Otras veces eres cupido enamorado,
un semblante de entrega y tan osado,
eres con un ferviente apasionado
que en lugar de entregar vida
entregas alma.
¡Oh!, artista crucial que llenas presencias
que en cada exposición disgregas vida,
la entregas sin más placer que un ejemplar
de una realidad que no conjugas
o bien la dibujas con pasiones de desvelo.
Artista, fiel testigo de la existencia
que en febril mirada nos entregas
toda una gama de valores anunciados
para dejar en este mundo un cambio nuevo,
esbozar la fina luz de la esperanza
y la razón de un sublime paso por la riqueza
que nace con sentido de perpetua armonía.
El mundo te debe el placer de verte coronado con laureles,
tu heroísmo pasa muy lejos de la honra,
se desliza por los senderos de la justicia.
CARLOS A. BADARACCO
3/3/11
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